lunes, 3 de octubre de 2011

 Curso Básico: Observación de Meteoros.


La Sección Materia Interplanetaria: Meteoros y Bólidos de la Liga Iberoamericana de Astronomía LIADA ha organizado el Curso Básico: Observación de Meteoros.
Curso gratuito en el que los que se inician en la apasionante actividad de la observación de meteoros, adquieren los conocimientos elementales para realizarla y los experimentados puedan aportar con ideas y sugerencias para adentrarnos en una de las actividades más interesantes que existe en el vasto campo de la Astronomía.


Objetivos Generales:
1.- Preparar a los nuevos observadores en los aspectos básicos relacionados a la Observación de Meteoros.
2.- Uniformizar los métodos de observación.
3.- Que los participantes del curso formen parte de un equipo con los cuales se puedan elaborar campañas de observación, reducción de las mismas y publicación de resultados.

Programa:

Lección 1
LOS METEOROS Y SU HISTORIA
Lección 2
DEFINICIONES Y ORIGEN
Meteoroides, Meteoros, Meteoritos y Bólidos.
Lección 3
TIERRA: VIAJERO ESPACIAL
Lección 4
ANATOMIA DEL SISTEMA VISUAL HUMANO
La herramienta primordial.

CONTAMINACION LUMINICA
El enemigo principal.
Lección 5
LAS CONSTELACIONES Y LAS LLUVIAS DE METEOROS DEL AÑO
1.- Radiantes.
1.- Lluvias Mayores.
2.- Lluvias menores.
Lección 6
METODOS DE OBSERVACIÓN Y REGISTRO DE METEOROS
1.- Método de conteo
2.- Registro fotográfico y video.
3.- Método de registro en Radio
Lección 7
METODO DE CONTEO
1.- Preparando una observación
2.- Guía práctica para la observación de meteoros.
3.- Reglas generales
Lección 8
Observación científica de meteoros
1.- La importancia de los reportes.
2.- El importante rol del aficionado.
Lección 9
1.-Determinación de la MALE; Magnitud Límite Estelar
2.- Tablas de conversión:
2.1.- Áreas para la determinación de la Magnitud Límite Estelar
2.1.- Conversión de número de estrellas en Magnitud Límite Estelar

El curso lo auspicia la Liga Iberoamericana de Astronomía LIADA, apoyado por la dirección del Observatorio Astronómico Nacional de Tarija-Bolivia OAN y la Asociación Boliviana de Astronomía ABA
Pavel Balderas Espinoza
Coordinador General
Sección Materia Interplanetaria: Meteoros y Bólidos
Liga Iberoamericana de Astronomía
Observatorio Astronómico Nacional Tarija Bolivia
Asociación Boliviana de Astronomía
Solicitar más información al correo pavelba@hotmail.com  o a la
Sede Social de la LIADA sedesocial@hotmail.com


Los meteoros y su historia
Curso meteoros 2011


Autor: Pável R. Balderas Espinoza
Coordinador Materia Interplanetaria LIADA-OAN-ABA


Lección 1.- 
LOS METEOROS Y SU HISTORIA


La curiosidad con respecto al día y la noche, al Sol, la Luna y las estrellas, llevó a los seres humanos a la conclusión de que los cuerpos celestes parecen moverse de forma regular. La primera utilidad de esta observación fue, por lo tanto, la de definir el tiempo y orientarse. Muchos autores consideran a la observación del cielo como una de las principales actividades del ser humano a lo largo de la historia; imaginen a las primeras culturas mirar que trazos luminosos (estrellas fugaces) azolaban su hábitat: ceremonias para alejarlas, rituales por el evento sobrenatural y sacrificios habrán sido la respuesta ante tan extraño hecho.
Del Megalítico (10.000 a. C.) aún se conservan grabados en piedra de las figuras de algunas constelaciones, además de haber sido los círculos de piedra requisitos esenciales para el asentamiento de grupos humanos.
Más los primeros en dejar huellas de las observaciones de meteoros fueron los babilonios: existen tablillas con escritura cuneiforme que datan del 747 a. C. cuyos grabados denotan esas observaciones. Un astrónomo de la China en la dinastía Chou registra en un escrito con fecha 6 de marzo del año 687, lo siguiente: "a media noche, las estrellas comenzaron a caer como lluvia...", después de observar una activa lluvia de meteoros.


Los guaraníes y las “estrellas fugaces”
Hacia el tercer milenio antes de nuestra era, los más importantes grupos étnicos que poblaban América del Sur fueron: los Andinos, que se expandieron por el oeste del continente, los Araukos, por el norte y los Tupí-Guaraníes en gran parte de la amazonia y la costa atlántica del continente. Precisamente, la mayor característica del pueblo Guaraní de cordillera (lo que es hoy Santa Cruz-Bolivia) es que, con cierto éxito, logró frenar casi cuatro siglos de constante presión de ser conquistado y civilizado por quienes codiciaban su territorio y son los grandes testimonios indígenas de resistencia anticolonial en Sudamérica. Por lo que los españoles decidieron construir un fuerte de avanzada en Saipurú.
La noche del 12 de noviembre de 1799 seis mil guerreros Guaraníes prepararon un ataque al Fuerte de Saipurú. La victoria Guaraní se daba por sentada ya que la fortaleza sólo contaba con algunas decenas de soldados para su defensa. Sin embargo, cuenta el cronista Comajuncosa que:“la noche del 12 de noviembre se vio en el cielo, un fenómeno semejante a una aurora boreal de las más resplandecientes de las que se desprendían a intervalos chispas como relámpagos o rayos”. La intensidad de este fenómeno, según Comajuncosa, causó tal espanto y desconcierto entre los guaraníes que se replegaron inmediatamente.…


Alexander Von Humboldt
El célebre explorador y cientista prusiano Alexander von Humboldt que el 12 de noviembre de 1799 se encontraba en Cumaná (Venezuela) junto a su colega Aimé Bonpland, nos dejó el reporte más sugestivo que se habría realizado de una lluvia de meteoros hasta entonces: “Media hora después de las dos de la mañana, las más extraordinarias y luminosas estrellas fugaces fueron vistas en dirección este, M. Bonpland, que se había levantado para disfrutar del aire fresco, los percibió primero. Miles de saetas se sucedieron unas a otras durante el espacio de cuatro horas. Sus direcciones eran muy regulares de norte a sur. Llenaban un espacio en el cielo que se extendía exactamente 30º. El fenómeno cesó poco después de las cuatro en punto y los bólidos y meteoros se volvieron menos frecuentes, pero todavía distinguíamos algunos al noreste por su luz blanquecina y la rapidez de su movimiento, un cuarto de hora después del amanecer”.
Este fenómeno demandó tanto la atención de Humboldt que el resto de su viaje siguió buscando a otros testigos, encontrando así a más personas que vieron el fenómeno en el continente, así como en Norteamérica, Groenlandia y Alemania.
Con esa información, Humboldt llegó a la conclusión, de que los meteoros deberían haber estado a una gran altura para haber sido visibles desde Alemania y Sudamérica al mismo tiempo, asumió que los observadores en ambas regiones no sólo vieron la misma lluvia de meteoros sino también los mismos meteoros, aunque esto último no es muy correcto.


En Norte América
La noche del 12 y 13 de noviembre de 1833 una inusual actividad de “estrellas fugaces” pudo observarse poco después de la puesta del Sol, la actividad fue creciendo paulatinamente y la madrugada del 13 los meteoros inundaron todo el cielo, ofreciendo un espectáculo único y terrorífico para la gente de esa época. Aquella noche muchas personas pensaron que había llegado el Día del Juicio Final.
El historiador estadounidense R. M. Devens aquel año escribió: “durante las tres horas del suceso se creyó que el fin del mundo llegaba a la salida del Sol”, un periódico de la época el Charleston Courier afirmó tajantemente: “las estrellas fugaces son gases que procedentes del Sol se incendian en la atmósfera debido a la electricidad por la acción de partículas fosfóricas…” ya que era creencia común que el fenómeno era atmosférico, de donde proviene el nombre meteoro.
Finalmente Denison Olmsted en 1834, un profesor de la Universidad de Yale después de intensos estudios, arrojó luces sobre la verdadera naturaleza de las “estrellas fugaces". A partir de sus propias observaciones, calculó el punto celeste de donde parecían radiar los meteoros de la lluvia, situándola en la constelación de Leo y concluyó que las “estrellas fugaces” provenían de una nube de partículas situada en el espacio.


Edmund Halley
Mucho antes de estos estudios, Edmund Halley ya había planteado que las lluvias de meteoros anuales podrían estar relacionadas a cometas ya extinguidos y también “vivos”.


En el siglo XX
En 1999, varios astrofísicos desarrollaron y probaron por primera vez modelos de dinámica de meteoroides y que los responsables de la existencia de las lluvias de meteoros son los cometas.
Estos modelos realizan una aproximación de cómo evolucionan las nubes de materiales expulsadas en cada perihelio (aproximación al Sol) del cometa padre. Las nubes de material reciente poseen material fresco y denso, mientras que las nubes producidas hace varias revoluciones se encuentran más dispersas. La actividad inusualmente alta sólo se produce si la Tierra se encuentra de lleno con una de estas nubes. El modelo puesto a prueba en las Leónidas de 1999 consiguió acertar con precisión de minutos, la hora exacta del máximo.

Materia Interplanetaria
Cada año ingresan 200.000 toneladas de este material a la atmósfera de nuestro planeta, variando su velocidad entre los 11 y 72 Km. /seg., si bien la mayoría de estas partículas son del tamaño de un grano de arroz, hay algunas de mayor diámetro que pueden no consumirse totalmente y convertirse en meteoritos al impactar con la superficie terrestre.
La Tierra en su movimiento alrededor del Sol (traslación) no solo intercepta las partículas que dejan los cometas, también las producidas en la degradación de superficies de asteroides o incluso planetas, a todo este material se le denomina Materia Interplanetaria.


BIBLIOGRAFÍA
TRIGO R., Josep Ma. “Guía para el Estudio de Enjambres Meteóricos”. SOMYCE. Barcelona, España.
PEREIRA, Gonzalo. “Los Guaraníes y las Leónidas”. Planetario Max Schreier. La Paz, Bolivia.
REYNOLDS, Mike D. “Falling Star”. USA.
OBSERVATORIO ASTRONÓMICO NACIONAL. Imágenes Cometas Halley y Hyakutake. Tarija, Bolivia 

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